Saturday, December 27, 2008

LA ESTRELLA DE BELÉN

LA ESTRELLA DE BELÉN

Al comenzar el mes de Diciembre compramos un pequeño nacimiento, con rasgos infantiles para ponerlo con nuestro hijo en la casa. Tenía de todo, el Misterio, los pastores, los reyes, los animales.... pero le faltaba una cosa: La estrella de Belén. Mi mujer la buscó al día siguiente por distintas tiendas sin conseguir el resultado deseado. No había por ninguna parte esa estrella dorada o plateada con cola que todos conocemos como "la estrella de Belén". Al final tuvo que comprar una estrella de cinco puntas con los filos dorados que se asemejaba a aquella, pero que no tenía la característica estela.
Nuestro hijo, que tiene tan sólo tres años, al verla nos dijo: "esa no....esa no es la estrella de Belén". Y no quiso que la pusieramos sobre el portalito.
Así en los días siguientes, buscamos por varias tiendas, de decoración y de las llamadas "todo a 100" la estrella de Belén. Y al final, casi cuando nos íbamos a rendir, en una pequeña tiendecilla la encontramos. Se trataba de una estrella de cinco puntas con cola, hecha de corcho blanco endeble y mal acabada. Sin duda era la "menos agraciada" (digámoslo así) y la más pobretona de todas las que habíamos visto durante esos días. Pero al verla nuestro hijo rompió de alegría como con ninguna y nos dijo "esa sí".
Así es la Navidad, así es la auténtica estrella que nos guía a Jesús estos días. Porque a Cristo podemos buscarlo en muchos sitios estos días, en las compras, en las comidas, en los cantos, en los regalos, en las fiestas.....pero todas esas son estrellas accesorias. Estrellas sin lugar a dudas mucho más atractivas a los sentidos que la pobre estrella de Belén, pero estrellas que no nos conducen a la autenticidad de estos días, sino a una Navidad vacía, que nos deja frios por dentro si no están al calor del amor de Cristo. Son estrellas que parecen de Navidad pero acaban llevando nuestro corazón no al amor del Niño Jesús, sino al vacío del mundo material. Falsas estrellas que al final conducen a muchas personas a acabar odiando la Navidad. Estrellas que si no tienen en medio a Cristo, tienen un brillo pasajero. Una fiesta con Cristo en medio es una gran fiesta. Un regalo con amor es una regalo lleno de Cristo. Pero la Navidad sin Cristo no es más que eso. Un montón de luces y estrellas que parpadean y no nos dejan ver la auténtica LUZ.
La auténtica estrella es muy facil y muy dificil de encontrar al mismo tiempo. Porque hay que saber donde está y donde no está. Tenemos que ser como los Magos de Oriente, que pusieron todo su empeño en localizarla por todos los medios y esperando el momento oportuno, porque sabían que les conducirían al Rey de reyes. Hay que buscarla en nuestro interior y en el amor a los demás. Sólo de esta forma se dejará ver, y entonces será facil seguirla hasta Jesús. A veces no la vemos hasta que, como a los pastores, se nos acercan "ángeles" que nos ayudan a caminar en el sentido correcto. Pero para eso hay que poner todo el empeño en ser humildes, abiertos al amor de Dios y sencillos de espíritu. La estrella de Belén está al alcance de todos, a la vista de todo el mundo.....¿Te has puesto ya a buscarla esta Navidad? Buscala, te guiará al encuentro de una Navidad como nunca has vivido.